lunes, 20 de febrero de 2012

TÚNEZ. LA CIUDAD.

TÚNEZ no es ninguna metrópoli. Es una ciudad abarcable, con un centro muy fácil de recorrer. Los viajeros siempre buscan la MEDINA y la VILLE NOUVELLE.

La medina es el núcleo histórico y cultural de Túnez, el lugar idóneo para ver la vida cotidiana de la ciudad. Fue construida en el siglo VII, pero se desplazó como centro de la capital cuando los franceses tomaron el poder y erigieron la ville nouvelle a finales del siglo XIX. La medina fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981.
En ella, además de los zocos, pueden verse los lugares más interesantes de la capital.

  •  La mezquita de Zitouna es uno de los lugares más antiguos de la medina. Se reconstruyó en el siglo IX  sobre su estructura original del siglo VII. Para ello se reciclaron doscientas columnas de las ruinas de la Cartago romana en la sala de plegarias central. Los no musulmanes, si van vestidos recatadamente, pueden entrar hasta el patio. 

  • Al Oeste, la mezquita de Youssef Dey fue la primera de estilo otomano que se construyó en la ciudad (1616). 
  • También en la medina, el Tourbet el-Bey es un enorme mausoleo que alberga los restos de muchos beys, princesas, pastores y consejeros husseinitas. 
  • No muy lejos, el Museo de Dar Ben Abdallah aloja el Centro de Artes y Tradiciones Populares, donde las piezas expuestas parecen casi mediocres en contraste con el majestuoso telón de fondo del edificio. En la zona se halla Dar el-Haddad, una de las viviendas más antiguas. 
Las calles de la ville nouvelle están flanqueadas por edificios de impronta francesa repletos de verjas de hierro forjado y ventanas de lamas, elementos que les otorgan un aire europeo, acentuado por las terrazas de las cafeterías y las pastelerías. 
Tras admirar la arquitectura colonial, merece  una visita la catedral de St Vincent de Paul, que presenta una mezcla curiosa de estilos arquitectónicos (gótico, bizantino y norteafricano).



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